Colcha "A Boy Story" |
El Patchwork es una técnica hermosísima pero dificilísima. Cuando hace años comencé, lo hice con pequeños paños para cubrir las mesas. Eran bastante simples. Si cortar las piezas y que encajaran era para mí ya una pesadilla, acolcharlas era aún peor por lo que tardé mucho en atreverme a trabajar con piezas grandes.
La primera colcha de patchwork que hice fue para mi hijo. Por regla general, en Patchwork las telas suelen ser o de tonos y dibujos muy femeninos o muy infantiles. Los diseños y las aplicaciones suelen ser o muy florales o muy geométricos o hay muchos ositos, muñequitas o coches o barquitos. No conseguía imaginarme una colcha con esas telas o aplicaciones para él.
No recuerdo cómo, pero un día topé en la Web con una colcha para chico que me dejó perpleja. Fue verla y fue decirme: "Concha, ya no hay excusa, ya no te puedes rajar. Es esa colcha o ninguna". Su autora era la australiana Anni Downs. Fui a su web, Hachted and Patched, y encargué mi primer libro de patrones de Patchwork: A Boy Story. Me costó unos 24€ y tardó algo más de tres semanas en llegar. Todo en él está pensado para los hombres de la casa: abuelos, padres e hijos. De eso hace ya ocho años, mi hijo tenía entonces 8, terminé la colcha casi dos años después. Fue todo un reto, pero mereció la pena.
Este verano terminé otra colcha de Anni y ya luce en la cama de mi hijo que, ahora con 16 años, no está para muchos muñequitos. La única ventaja es que le siguen gustando los colores vivos y que le gustan todas las cosas que coso o tejo, una verdadera suerte para mí.
Bueno, pues a lo que iba, estoy orgullosísima de mi primera colcha y, por ese motivo, voy a publicar esta entrada con algunas de las fotos que tomé en su tiempo:
La colcha está compuesta de una serie de cuadros con aplicaciones y de una serie de viñetas, a modo de tiras de comic hechas con pespunte y que, unidas entre sí en bloques, van contando una historieta.
El tren
El perro fantástico
El extraterreste del planeta Zark
El monstruo marino
El barco pirata
El robot
La avioneta
La cometa
Érase una vez...
Y colorín, colorado...
Y por último, cosí el cohete espacial y la acolché a mano con dibujos de estrellas de diferentes tamaños.