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16 de abril de 2020

Muñeca rusa. Tiempos de coranovirus

Estoy aprovechando estos días para terminar algunos UFOs (UnFinished objects en inglés que parodia a las siglas de Unindentified Flying Object OVNI en español).

Hace unos años una amiga me pidió una muñeca con urgencia. Desgraciadamente, debido a un exceso de trabajo extra, no pude terminarla. Lo que hice me gustó tan poco que la tenía apartada en un cesto y cada vez que la veía me daba un disgusto.  En estos días de confinamiento, decidí poner un poco de orden en mis proyectos no acabados e intentar terminarlos. Comencé por acolchar un cuadro de patchwork que tenía desde el pasado verano, luego por hacerle la pareja a una alpargata que estaba también en un cajón y luego pensé en mis sobrinos nietos. Ellos tan pequeños y encerrados en casa. 

Pues eso, que cogí la muñeca y me armé de valor.

En estas condiciones estaba la pobrecita.


Elegí las telas para vestirla y me decidí por varias de tonos rojizos. También decidí que le haría pantalón y blusón.

Manos a la obra:

Parte de abajo

Primero el pantalón




Me atreví incluso a incorporar un cinturón con su hebilla, hecha con un trozo de un clip y una tira de cuero.

Para terminar con la parte de abajo rellené las piernas y les puse la base del pie, añadiendo en el interior de ésta, un óvalo de poliestireno, con vistas a que la muñeca se sujetase de pie.




Por último, los zapatos. Tardé en decidir cómo hacerlos, ¿tela, hilo, cuero?... Al final ganchillo.







Parte de arriba

Para esto diseñé un blusón estilo hippie que se pudiese poner y quitar, al contrario que el pantalón, porque, por desgracia, los pies de esta muñeca son tan inmensos que no permiten que salga nada por ellos.

Elegí una tela vaporosa, hiperfina, y cuando estaba casi terminada, al probársela varias veces se me rajó una manga. Conclusión, demasiado delicada para el trote de quitar y poner repetidas veces. Comenzar de nuevo y repetir diseño cambiando la tela y no poner mangas para que se pueda quitar con facilidad.

Mi primera opción antes de rajarse
Esta vez elegí un tejido de bambula, más fuerte.

Opción final, a falta de cuello
Tercer paso: abrigo

Al principio no me gustaba el que hice pero a mi cuñada sí. Así que como era para su nieta, seguí su intuición y me puse a ello. Le incorporé un cuello de traje, mangas anchas con puño vuelto, bolsillos tipo plastrón (yo lo llamo plastón) y botones blancos.



Para realizar los mini botones seguí varios tutoriales en YouTube y me gustó la idea de hacerlos con plástico de botellas. Los pasos parecieron fáciles y me puse a ello.

Materiales

Los materiales
Proceso



Quemar el alambre e ir haciendo los agujeros 

Remates finales, accesorios y rasgos de la cara:

Mejorar el pelo, hecho con una lana color visón. Le faltaban unos pocos mechones en un lateral y le añadí una cinta que lo recoge hacia atrás.



Collar y Bolso:

El collar es una cadena que suelen llevar las etiquetas de la ropa. Lo guardo todo, sí, lo confieso.
El bolso es de creación propia.



Y voilá, esto es todo. Ahora repetir otras dos, tengo 3 sobrinos nietos, y además una de ellas es en versión chico.



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